RECONOCIMIENTO Y AGRADECIMIENTO
La madre Valentina se marcha de nuestro Colegio, de Porcuna, para continuar su labor al servicio de los demás en Gandía.
Llegó a Porcuna un 24 de octubre hace 9 años, el día que celebramos el nacimiento de María Gay Tibau. Había sido nombrada Superiora de las Religiosas de San José y así hasta el 19 de octubre de este año.
Recuerdo su acento francés y como me llamaba Ana Mari, pues venía de Francia donde ejerció su profesión de enfermera durante muchos años. Creo que deja en Porcuna parte de ese acento y a cambio se lleva el ¡ea!
Poco le costó adaptarse al ritmo de un colegio, completamente distinto al de un hospital, porque cuenta con un don que la caracteriza que es la amabilidad.
Hasta el último día ha recibido a los niños y niñas, a sus padres, a todos con una sonrisa y sus buenos días.
No puedo olvidar el cariño con que trataba a la madre Teresa, sus sofocos con la fotocopiadora, sus conversaciones interesantes y profundas porque es una mujer sabia y culta, trabajadora incansable que hace suyas las palabras de María Gay: “Ya mañana descansaré”. Hemos compartido sonrisas y lágrimas, ella sabe cuanto la quiero. Pero no soy la única, éste es el sentimiento de mis compañeras y compañeros, de las religiosas, de los alumnos/as y sus padres, y de los porcunenses que la han conocido.
No queremos que se marche llorando, sino con su sonrisa. No hace falta que le pidamos que rece por nosotros porque lo hará. Madre Valentina usted siempre estará en nuestra mente y en nuestro corazón. MUCHAS GRACIAS.
Con motivo del 75 Aniversario del Colegio, me dio un escrito para el blog, quería que fuese anónimo, pero sin su permiso lo publico ahora con su nombre.
CON OCASIÓN DEL 75 ANIVERSARIO DEL COLEGIO
Sinceramente quiero decir que no tenía ninguna experiencia de lo que era la vida en un colegio. Y hoy puedo decir que doy gracias a Dios por haberme dado esta oportunidad y por las muchas alegrías recibidas.
Vivir las alegrías y encantos de los niños y niñas, tan contentos con todo lo que se les da, cómo preparan las fiestas y juegos, son admirables, respiran alegría por todo y la dan a los demás.
También admiro a las profesoras y profesores, y en todo veo sus esfuerzos y esmero en enseñar y preparar las celebraciones. Todo ello contribuye a una buena educación en bien de los niños y de la sociedad futura que pueda dar Gloria a Dios.
Pido para que el Colegio Santa Teresa continúe así muchos años y que dé Gloria a Dios.
